Y Tadaaaaa !!!!!
Y gracias a las chicas de Girly Books aqui esta el prologo :D
¡¡ADVERTENCIA!! NO leer, si aún no haz leído Ciudad de
los Ángeles Caídos.
Simon se
levantó y se quedó aturdido en la puerta de su casa.
Nunca había conocido otro hogar. Era la casa en la que sus padres le habían llevado cuando él nació. Había crecido dentro de aquellas paredes adosadas de Brooklyn. Había jugado en la calle bajo la frondosa sombra de los árboles en verano, y había hecho los trineos improvisados con las tapas de la basura en invierno. En aquella casa toda su familia se había sentado en el shivá después de que su padre muriera. Aquí había besado a Clary, por primera vez.
Nunca había conocido otro hogar. Era la casa en la que sus padres le habían llevado cuando él nació. Había crecido dentro de aquellas paredes adosadas de Brooklyn. Había jugado en la calle bajo la frondosa sombra de los árboles en verano, y había hecho los trineos improvisados con las tapas de la basura en invierno. En aquella casa toda su familia se había sentado en el shivá después de que su padre muriera. Aquí había besado a Clary, por primera vez.
Nunca había imaginado que un día la puerta de
aquella casa se cerraría para él. La última vez que había visto a su madre, ella
lo había llamado monstruo y rezo para que él se marchara. Él le había hecho
olvidar que era un vampiro con un glamour, pero no sabía cuánto tiempo duraría
el glamour. Mientras estaba en el aire frío del otoño, mirando fijamente delante
de él, sabía que no había durado bastante.
La puerta estaba cubierta con estrellas de
David salpicadas en la pintura, la forma de una incisión de un símbolo de Chai,
que represetaba la vida. Tefilín se unía a la perilla de la puerta. Hamesh, la
mano de Dios, cubiertos por una mirilla.
Aturdido colocó su mano sobre la mezuzá de
metal colocada en el lado derecho de la puerta. Vio como el humo se eleva desde
el lugar en donde su mano tocó el símbolo sagrado, pero no sentía nada. No había
dolor. Sólo una blancura terrible y vacía subiendo poco a poco en una rabia
fría.
Pateó la parte inferior de la puerta y escuchó
el eco por toda la casa. "¡Mamá!" gritó. "Mamá, soy yo!"
No hubo respuesta, sólo el sonido de los
tornillos de la puerta. Su oído desarrollado había reconocido los pasos de su
madre, su respiración, pero no dijo nada. Podía oler el miedo y el pánico
incluso a través de la madera. "¡Mamá!" Su voz se quebró. "Mamá, esto es
ridículo! ¡Déjame entrar! Soy yo, Simon!"
"¡Fuera!" Su voz era áspera, irreconocible por
el terror. "¡Asesino!"
"Yo no mato a gente." Simon apoyó la cabeza
contra la puerta. Sabía que probablemente podría derribarla, ¿pero sería capay
de hacerlo?" Te lo dije. Bebo sangre de animales."
La oyó susurrar en voz baja, varias palabras en
hebreo. "Has matado a mi hijo", dijo. "Lo has matado y pusiste un monstruo en su
lugar."
"Yo soy tu hijo"
"Usted usa su cara y habla con su voz, ¡Pero no
es él! No eres Simón!" Su voz se elevó a casi un grito. "Aléjate de mi casa
antes de que te mate, monstruo!"
"Becky", dijo. Su rostro estaba mojado, levantó
sus manos para tocarlo, y quedaron manchadas: Sus lágrimas eran de sangre. "¿Qué
es lo que dijo Becky?"
"Manténte alejado de tu hermana." Simon escuchó
un estruendo dentro de la casa, como si algo hubiera sido derribado.
"Mamá", dijo de nuevo, pero esta vez su voz no
se levanto. Salió como un susurro ronco. Su mano había comenzado a palpitar.
"Tengo que saber como esta Becky mamá, abre la puerta. Por favor"
"Mantente alejado de Becky!" Ella fue
alejándose de la puerta, podía oírlo. Luego vino el sonido inconfundible de la
puerta de la cocina al abrirse, el crujido del linóleo, mientras caminaba en él.
El sonido de un cajón que se abría. De repente, se imaginó a su madre agarrando
uno de los cuchillos.
Antes de que te mate, monstruo.
La idea le hizo retroceder sobre sus talones.
Si ella le atacaba, la marca se activaría. La destruiría, al igual que había
destruido a Lilith.
Bajó la mano y retrocedió lentamente,
tropezando por las escaleras y a través de la acera, iría a buscar el tronco de
uno de los grandes árboles que daban sombra a la manzana. Se quedó donde estaba,
mirando a la puerta de su casa, marcada y desfigurada con los símbolos de odio
de su madre para él.
No, se recordó. Ella no lo odiaba. Ella pensó que estaba muerto. Lo que odiaba era algo que no existía. Yo no soy lo que ella dice que yo soy.
No sabía cuánto tiempo tendría que estar allí
mirando, si su teléfono no hubiera comenzado a vibrar en bolsillo de su
chaqueta.
Alargó la mano hacia ella reflexivamente,
dándose cuenta de que el patrón de las estrellas de David que le habían quemado
estaban marcadas en la palma de su mano. Cambió de mano para poder poner el
teléfono en su oído. "¿Hola?"
"¿Simon?" Era Clary. Se escuchaba sin aliento.
"¿Dónde estás?"
"En casa", dijo e hizo una pausa. "La casa de
mi madre," se corrigió. Su voz sonaba hueca y distante a sus propios oídos.
"¿Por qué no estás en el Instituto? ¿Están todos bien?"
"De eso se trata", dijo. "Después de que te
marchaste, Maryse volvió a bajar de la azotea, donde se suponía que Jace
esperaba. No había nadie allí."
Simon se quedo mudo. Sin llegar a darse cuenta
de que estaba haciendo, al igual que una muñeca mecánica, comenzó a caminar por
la calle, hacia la estación de metro. "¿Qué quieres decir?, ¿Cómo que no había
nadie allí?"
"Jace se ha ido," dijo ella, podía oír la
tensión en su voz. "Y también Sebastian".
Simon se detuvo a la sombra de un árbol desnudo
de ramas. "Pero él estaba muerto... Está muerto, Clary"
"Entonces dime por qué él no está allí, porque no", dijo su voz por fin se rompió. "No hay nada allí, solo una gran cantidad de sangre y vidrios rotos. Los dos se han ido, Simon. Jace se ha ido...."
Eterna espera !!!!!!!!!!!!!!!!! snif
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